copyleft copyright

Autor, ¿tienes derechos?

1:54:00Aitziber Conesa Madinabeitia


Hace algún tiempo, por conversaciones con algunos autores jóvenes y algunos pequeños escándalos que han sacudido a la comunidad de blogs y lectores me he dado cuenta de que hay un profundo desconocimiento sobre los derechos que amparan a los autores y sus mecánicas. Así que creo que toca hablar de ello. 



Ante todo: Sí, autor. Tienes derechos. No lo dudes. No los vendas baratos y no dejes que te los roben.

Hola, soy un derecho de autor. Encantado de conocerte

Como autor tienes sobre tu obra tanto derechos morales como patrimoniales.

Los derechos morales protegen la integridad de la obra e impiden que ésta sea modificada o expuesta sin tu consentimiento así como protegen tu nombre y el respeto al mismo como autor. Es algo que te corresponde personalmente a perpetuidad y es inalienable, es decir no se puede abducir transferir a un tercero o a una entidad jurídica como una empresa. ¡Enhorabuena!

Pero seamos sinceros, lo que escuece no es que nos copien. Eso solo incomoda un poquito. No. Lo que molesta de verdad es que otro se lucre con algo que hemos hecho nosotros. Así que tenemos que hablar de lo que importa de verdad: los derechos patrimoniales. Vamos, de los dineros.

Los derechos patrimoniales de una obra pueden cederse casi con total libertad tanto en vida como tras la muerte del autor.
De hecho la duración de los derechos se alarga según países entre 50 y 70 años después de la muerte del autor si los derechos recaen en su persona física o de su publicación si los derechos los tiene una persona jurídica. Ahí es nada.
¿Qué abarcan los derechos patrimoniales? Fácil: todo aquello que pueda dar pasta. Por lo que incluyen: la publicación, reproducción y difusión pública, modificación (¿aquí entrará el merchandising?), inclusión en recopilaciones, derechos de participación en caso de que sea una autoría compartida...

Aquí viene la parte peliaguda. Como estos derechos se pueden ceder de muchas maneras, hay que estar muy atento a todos los documentos legales con los que nos podemos topar. Por ejemplo los contratos editoriales. O las bases de los concursos. Muchas bases de concurso literario que uno está aceptando tácitamente al apuntarse dicen que se ceden todos los derechos de todas las obras presentadas por un cierto tiempo (uno, dos, cinco años...) o a perpetuidad.
En el caso de los contratos editoriales puedes llegar a estar cediendo derechos a perpetuidad sobre tu alma y además pagar por un mínimo de ventas sin que te des cuenta.... Cuidado, amiguitos. Os recomendaría que en esta parte recurrierais a un abogado, porque hay una cantidad de apartados y supuestos en estos contratos bastante mareante.

El derecho, esa especie de magia negra....


Abogado de editorial tras redactar contrato capcioso que les cede derechos sobre tu alma

Todos estos derechos obran de manera automática, tal y como se estableció en el concilio de Berna de 1886.
¿A que mola? La pregunta es entonces

¿Para qué sirve el registro de la propiedad intelectual?

Muy sencillo. En caso de conflicto por los derechos de autor, el registro es una prueba documental oficial de que tú eres el autor de la obra. Tenerlo registrado es por lo tanto un seguro. El registro te cubre las espaldas. Y muy bien cubiertas.


Como sólo es un seguro, el registro es algo totalmente voluntario y no es necesario para que tus derechos sean efectivos.
El problema está en que tienes que demostrar que eres de verdad el autor sin ayuda y eso puede ser complicado. Díselo a Newton y su problema con el cálculo infinitesimal frente a Leibniz (Spoiler, al final ganó éste último el caso y se le reconoce a él el invento porque fue el primero en publicar y Newton no pudo demostrar que su obra era anterior porque no lo había compartido con nadie)



Imaginad que esta manzana hiperhormonada son los derechos de autor de Leibniz

Copyright en internet


Usamos la palabra inglesa copyright para referirnos a los derechos patrimoniales de una obra. Vamos: Copyright = dineretes

¿Cuál es el problema con el copyright en internet? El control. Internet es un lugar vasto, fluido e incontrolable como la mar. Las webs aparecen y desaparecen con rapidez. Las cosas se borran, los links se rompen... Hace falta conocimientos especializados para averiguar qué persona real está detrás de una cuenta. En otras palabras...


Internet is vast and full of copy-pastes

De hecho, aunque los derechos de tus escritos que has subido a internet sean tuyos de forma automática, exigir legalmente la retirada de copias y responsabilidades por plagio se vuelve muy difícil. Aunque a veces al plagiador le da vergüenza que le pillen y lo borra sin más.

Si tu texto no está registrado, las fechas de publicación (porque subir algo a internet es publicarlo) pueden ayudar en una demanda. Pero piensa que ésto puede modificarse, es decir "engañar" a la plataforma de publicación y manipular la fecha. Así que tal vez ésta juegue más en tu contra que a tu favor. Obviamente hay algunas formas de "seguridad". Por ejemplo, puedes desactivar la opción de seleccionar texto en el blog en el que publicas tu obra, desactivar el uso del botón derecho del ratón...

Además puedes añadir en el html de tu texto algún mensaje no visible que haga que el copiador no pueda negar que ha copiado. Pero para esto hay que saber.

Como formalidad, puedes añadir el simbolito del copyright. Esa c en un circulito©No sirve de mucho, pues si quieren te copiarán igual. Pero tú has puesto el simbolito, así que eso puede querer decir que inviertes tus noches de insomnio en sobrevolar internet cual halcón en busca de cena a ver si pillas a un plagiador in fraganti. Y eso da miedito.

¿Y si no me molesta que copien, siempre que digan que es mio? 

Copyleft (o la copia siniestra que es como yo lo llamo). El que se inventó el término y el símbolo era un genio. Es justo lo contrario que el Copyright, así que si right es derecha llamémosle left que es izquierda. Un aplauso para la mente preclara que alumbró eso.

El copyleft se basa en la filosofía hippy de que internet es libre y de que los humanos hacemos las cosas solamente para compartirlas y no para fines oscuros y retorcidos como por ejemplo ganarnos las habichuelas. A ver, entendedme, yo nunca me he ganado ni me ganaré las habichuelas con blogs, youtube o, ya que estamos, escribiendo. Primero porque no sabría hacerlo y segundo porque para eso hay que valer. Pero el mundo está lleno de gente muy pro. Así que tu eres como yo y tienes un alma hippy, o ya no sueñas con que las cosas de internet te reporten un beneficio directo o incluso si con que te lean tienes más que suficiente, gracias... Copyleft puede ser una buena idea para ti.


Autores convenciéndose de poner sus textos en copyleft.

Cuando poner un texto o una imagen en Copyleft lo que estás haciendo es "liberar" algunos de tus derechos como autor permitiendo la libre copia y diseminación de tu trabajo. Así, lo estás poniendo a disposición de todos los usuarios de internet, los cuales podrán volver a publicarlo, publicar partes etc. Según tú mismo hayas decidido (y señalado a la hora de exponer que ese texto concreto está bajo una licencia de Copyleft), tu trabajo podrá ser utilizado con o sin modificaciones y podrá usarse o no para fines comerciales. (¿Os suena? ¡Debería!) Además tendrá que ser referida tu autoría en todo momento.

Vamos, que al final tampoco está tan mal. Es una forma de proteger tus derechos por la vía de que éstos sean más relajados.

¿Cual es el problema del Copyleft? El mismo del del Copytight por internet: el control. Es complicado por no decir imposible que todo el mundo respete tu licencia. Pero, eso si, es más fácil que manteniendo todos los derechos reservados. Naturaleza humana, supongo.

Y hasta aquí este pequeño repeso por los derechos de autor...


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1 comentarios

  1. Muchísimas gracias por este artículo. Hace tiempo me explicaron que si no tenía registrada mi obra cualquiera podía apropiarse de ella y que pertenecía a quien tenía los derechos. Esto me lo deja más claro.

    Además, he aprendido que los lectores cero son más valiosos de lo que imaginaba, no sólo ayudan a evolucionar con sus críticas, sino que también pueden servir como testigos de cargo en caso de necesitarlos.

    Y en cuanto a los concursos, no puedo irme sin mencionarlos. Hace tiempo me encontré con un concurso en el que seleccionaban una novela, el premio eran 2000€ (sácale el porcentaje de hacienda cuando lo cobres) y renunciabas a tus derechos. Me pareció un abuso, porque es una novela, que se tarda meses en escribir. Como bien dices, hay que tener mucho cuidado con la letra pequeña, que a los principiantes tratarán de comprarle el alma a cambio de una publicación.

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